🎊🎈¿Cómo fue la fiesta de Christopher Robin para Pooh? 🎉🐻Locuras y anécdotas en la fiesta de Pooh.
Un día, cuando el Sol había vuelto al Bosque trayendo con él el perfume de mayo;
cuando todos los arroyos repicaban alegres de volver a su caudal de siempre; cuando los remansos dormían sonando con todas las cosas que habían visto;
cuando, en el calor del silencio, el cuco probaba su voz cuidadosamente para ver si le gustaba a no;
cuando las palomas torcaces se quejaban perezosamente, echándose no sé qué culpas las unas a las otras;
un día tal como éste, Christopher Robin lanzó su silbido especial y Búho acudió desde el Bosque de los Cien Acres para ver lo que quería.
-Búho -dijo Christopher Robin-, voy a dar una fiesta.
-Ah, sí! -dijo Búho.
-Va a ser una fiesta especial, por lo que hizo Pooh, cuando hizo lo que hizo, para salvar a Porquete de la inundación.
-Así que es por eso -dijo Búho.
-Sí, díselo a Puh en cuanto puedas y a todos los demás también, porque la fiesta será mañana.
-Así que mañana -dijo Búho tratando de ser tan sutil como de costumbre.
-Sí, de modo que, por favor, cuéntaselo a todos cuanto antes.
Búho trató de pensar en algo muy inteligente que decir, pero no se le ocurría nada, así que salió volando a buscar a los demás. Al primero que se lo dijo fue a Puh.
-Puh – le dijo-, Christopher Robin va a dar una fiesta.
-¡Oh! -dijo Winnie the Pooh, y, viendo que Búho esperaba que le hiciera algún comentario, añadió -: ¿Habrá pastelitos con merengue rosa por encima?
Búho decidió que hablar de pastelitos con merengue rosa por encima ofendía su dignidad, así que le contó a Puh exactamente lo que había dicho Christopher Robin y se fue a buscar a Igor.
«Una fiesta para mí! -pensó Puh para sus adentros-. Qué estupendo!»
Y empezó a preguntarse si todos los demás se enterarían de que la fiesta era para él, y si Christopher Robin les habría contado lo de El Oso Flotante y el Cerebro de Puh, y todos los fantásticos barcos que él había inventado y en los que había navegado, y empezó a pensar qué horrible sería que todo el mundo se hubiera olvidado ya y nadie supiera por quién era la fiesta.
Y, cuanto más lo pensaba, más lío se hacía en su cabeza, como en un sueño en el que no se entiende nada. Y el sueño se convirtió en una especie de canción.
Era una…
CANCIÓN EXPLICATORIA
Mientras ocurría esto en la mente de Puh, Búho encontró a Igor.
-Igor -dijo Búho-, Christopher Robin va a dar una fiesta.
-Muy interesante -dijo Igor-. Supongo que me mandarán las sobras que caigan debajo de la mesa. Muy amable. De nada. No tiene la menor importancia.
-Hay una invitación para ti.
-¿Qué aspecto tiene?
-¡Una invitación!
-Ya te he oído. ¿A quién se le cayó?
No es nada de comer. Es para que vayas a la fiesta mañana.
Igor movió la cabeza lentamente.
-Te refieres a Porquete. El pequeñajo con las orejas tiesas.
Ese es Piglet. Ya se lo diré.
-No, no -dijo Búho poniéndose nervioso-. Es para ti.
-¿Estás seguro?
-Claro que estoy seguro. Christopher Robin dijo: «To-dos, díselo a todos».
-¿Todos menos Igor?
-Dijo «todos» -repitió Búho de mal humor.
-Ah! -dijo Igor-. Un error, sin duda; pero iré. Luego no me echéis a mí la culpa si llueve.
Pero no llovió.
Christopher Robin había montado una gran mesa, con largos listones de madera, y todos se instalaron alrededor.
Christopher Robin se sentó en una punta y Puh en el otro extremo, y, entre ellos, a un lado estaban Búho, Igor y Piglet, y al otro lado estaban Conejo, Rito y Kanga. Todos los Amigos y Parientes de Conejo se desparramaron por la hierba, confiando en que, en algún momento, alguien les dirigiera una palabra, o les echara algo de comer, o les preguntara la hora.
Era la primera fiesta a la que asistía Baby Rito y estaba muy nervioso. En cuanto estuvieron sentados empezó a chillar.
-¡Hola, Pooh! -chillaba.
-¡Hola Rito!-contestó Puh.
Rito empezó a dar saltos en la silla y después de saltar un rato volvió a chillar.
-¡Hola, Piglet! -chillaba.
Porquete le saludó con la pata porque tenía la boca llena.
-¡Hola, Igor! – dijo Rito. Igor le saludó con la cabeza.
-Pronto lloverá; verás como sí -dijo.
Rito miró a ver como sí, pero vio que no, así que dijo:
-¡Hola Búho!
Y Búho respondió amablemente:
-¡Hola, pequeño!
-y siguió contándole a Christopher Robin un accidente que casi le sucede a un amigo suyo a quien Christopher Robin no conocía ni de vista, y Kanga le dijo a Rito: «Primero bébete la leche y luego podrás hablar».
Y Rito, que estaba bebiéndose la leche, intentó explicar que podía hacer las dos cosas a un tiempo… y hubo de darle golpecitos en la espalda y secarle luego de arriba abajo.
Cuando ya casi habían comido lo suficiente, Christopher
Robin dio unos golpes en la mesa con la cuchara y todo el mundo se calló y se quedó quieto menos Rito, que tenía hipo y no sabía cómo parar.