El pulpo valiente

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Todo era alegría y risas en el arrecife de coral del fondo del mar, en el mar de «Quien sabe dónde». 

Todos sus habitantes estaban contentos y alegres celebrando la llegada de Lucía, una hermosa estrella del cielo que se había convertido en fugaz para poder viajar hasta el mar, transformándose después en una bonita y brillante estrella de mar que a todos iluminaba y llenaba de alegría.

Todos estaban contentos y expectantes. Pero los que estaban más felices eran los erizos de mar porque por fin verían a Orlando el pulpo.

Orlando era un pulpo muy especia, porque era un pulpo mimo y sabía disfrazarse de cualquier cosa o animal y era realmente difícil descubrirlo cuando se camuflaba. Pero se había convertido en un divertido juego ser el primero en descubrirlo.

En un momento de silencio se oyó una voz de origen desconocido:

– Otra vez los engañé.- Dijo Orlando, saliendo del arrecife de coral.

Todos rieron y le pidieron a Orlando jugar al personaje desconocido.

Él cambió rápidamente su forma y les dijo:

– ¿En qué me he convertido?

– ¡En medusa huevo frito!.- Gritaron todos. 

– Ja ja ja, sí.

En ese momento sonó un fuerte ruido. Orlando con cara de susto les dijo:

-¡Escóndanse! ¡Escóndanse!. Esa es la alarma y debemos protegernos.

Al instante llegaron las medusas huevo frito con los últimos informes de lo que estaba sucediendo en el arrecife.

Se dirigieron a Orlando y le contaron cómo sus primos pulpos que venían a la fiesta de la nueva estrella de mar, habían sido acorralados por los peces Damisela.

– ¡Ajá!. Ya verán…

Todos salieron rápidamente para ayudar a los pulpos en apuros,  primos de Orlando.

Durante el camino le preguntaban a Orlando en qué se iba a convertir y él respondía con un:

– Ya lo veréis.- Y una sonrisa pícara.

Cuando llegaron, Orlando se había convertido en serpiente coral negra y amarilla de aspecto realmente temible y les gritó a las damiselas:

– ¿Así que acorralando a los pobres pulpos, eh?

Las damiselas corrieron asustadas gritando:

– ¡Una coral, una coral!

Cuando los peces Damisela se fueron, los pulpos cabezudos por fin se reunieron con sus amigos mientras les agradecían a Orlando su gran idea de disfrazarse de temible serpiente coral.

De regreso a la fiesta siguieron divirtiéndose y celebrando la llegada de Lucía, que no dejaba de lanzar destellos de alegría.

Descubre las 5 lecciones que nos enseña Orlando 🐡🦑 y sus amigos del arrecife 🐚🐍

Orlando el pulpo y sus amigos del arrecife de coral vivieron felices y en armonía, disfrutando de la belleza del mar y de la luz de Lucía, la estrella de mar.

Aprendieron a valorar la amistad, la diversidad, la creatividad y la autoestima, y se convirtieron en ejemplos para todos los habitantes del mar de «Quien sabe dónde».

  • Lección 1: El valor de la amistad. Los amigos del arrecife de coral se ayudan y se divierten juntos, Orlando el pulpo usa su talento para hacer reír y proteger a sus amigos. 🐙🐠🐟
  • Lección 2: La importancia de la diversidad. En el mar hay muchos animales diferentes, con distintas formas, colores y habilidades, y que todos son importantes y valiosos.🐡🦑🐚🐍
  • Lección 3: El respeto por el medio ambiente. el arrecife de coral es un lugar muy bonito y lleno de vida, pero que también es muy frágil y necesita cuidado.🌊🌎🌱🐬
  • Lección 4: La creatividad y la imaginación. La capacidad de Orlando el pulpo para transformarse en lo que quiera y sorprender a sus amigos.. 😊👍🌟❤️
  • Lección 5: La autoestima y la confianza. Orlando el pulpo es muy especial, porque sabe disfrazarse de cualquier cosa o animal. Todos teneos algo que nos hace especiales y únicos. 😊👍🌟❤️

 

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