PORQUETE y POOH encuentan un PELIFANTE

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PIGLET y WINNIE THE POOH piensan una trampa para cazar Pelifantes 🐷 Cap 5 (Parte 1 d 2) 🧸 Episodio 9

(Escuchar desde el principio:
Ir a episodio 1)

Un día que Christopher Robin, Winny de Pooh y Porquete estaban juntos charlando, Christopher Robin acabó lo que estaba comiendo y dijo, como sin darle importancia:

-Piglet, hoy he visto un Pelifante.

-¿Qué estaba haciendo? -preguntó Porquete.

-Nada, pelifantando por ahi. No creo que él me viera a mí.

-Yo vi uno una vez -dijo Piglet-. Al menos, creo que lo vi. A lo mejor no era.

-Yo también -dijo Pooh, pensando que no tenía ni idea de lo que era un Pelifante.

-No se ven muy a menudo -dijo Christopher Robin.

-Ya no -dijo Porquete .

-No en esta época del año -dijo Pooh.

Y se pusieron a hablar de otra cosa hasta que llegó la hora de irse a casa. Pooh y Porquete se fueron juntos. Al principio, mientras caminaban por el sendero que bordea el Bosque de los Cien Acres, iban en silencio, pero cuando llegaron al riachuelo y después de ayudarse mutuamente a cruzar por las piedras, empezaron a hablar amistosamente de esto y de lo otro, y Piglet dijo:

«No sé si me explico, Pooh», y Pooh contestó:

«Estoy totalmente de acuerdo contigo, Puerquito», y Piglet dijo: «Aunque, también, Pooh, hay que ver la otra parte», y Winnie de Pooh contestó: «Tienes toda la razón, Puerquito, lo había olvidado por un momento». Y entonces, justo cuando llegaron a los Seis Pinos, Pooh miró a su alrededor para comprobar que no le escuchaba nadie y dijo con voz solemne:

-Piglet, he tomado una decisión.

-¿Cuál, Pooh?

-He decidido CAZAR UN PELIFANTE.

Winnie the Pooh sacudió la cabeza varias veces al decir esto y esperó que Piglet le dijera ¿cómo?» o ¡Pooh, no te atreverías! o algo así de animador, pero Porquete estaba enfadado porque no se le había ocurrido a él primero.

-Lo conseguiré con una trampa -dijo Pooh después de esperar un ratito.

-Tendrá que ser una Trampa Astuta, así que necesitaré tu ayuda, Piglet.

-Pooh -dijo Piglet sintiéndose otra vez totalmente feliz-, ¡Te ayudaré!.

 -Y luego dijo-: ¿Cómo lo haremos? y winnie Pooh respondió: «Eso, ¿cómo?» y se sentaron juntos a discutir.

La primera idea de Pooh fue que deberían cavar un Hoyo Muy Profundo y entonces vendría el Pelifante y caería dentro del Hoyo y…

-¿Por qué? -dijo Piglet.

-¡Por qué, qué? -dijo Winnie the Pooh.

-¿Por qué se iba a caer dentro del Hoyo?

Winnie Pooh se rascó el hocico con la zarpa y dijo que un Pelifante podría estar paseando, canturreando una canción y mirando al cielo para ver si iba a llover, con lo cual no vería el Hoyo Muy Profundo hasta que ya se hubiera caído dentro y entonces ya no tendría remedio.

Piglet dijo que ésa sería una Trampa muy buena siempre que no estuviera lloviendo ya.

Pooh se rascó de nuevo el hocico y dijo que no había pensado en eso. Pero en seguida se animó y dijo que, si estuviera lloviendo, el Pelifante iría mirando al cielo para ver si iba a escampar, con lo cual no vería el Hoyo Muy Profundo hasta que ya se hubiera caído dentro y entonces ya no tendría remedio.

Piglet dijo que, una vez aclarado este punto, le parecía que, efectivamente, habían dado con una Trampa Astuta.

Pooh se sintió muy orgulloso cuando oyó esto y le pareció que el Pelifante estaba ya prácticamente atrapado, aunque había otro asunto que debía meditarse seriamente: 

¿Donde cavar el Hoyo Muy Profundo?

Porquete dijo que el mejor sitio era justo el lugar donde estuviera un Pelifante un segundo antes de caer, sólo que un metro más allá.

-Pero entonces nos vería cavar -dijo Pooh.

-No, porque estaría mirando al cielo.

-Sospecharía, si bajara la mirada por casualidad.

Winnie Pooh pensó durante un rato y añadió tristemente:

-No es tan fácil como yo creía. Supongo que por eso casi nadie caza Pelifantes.

-Eso debe de ser -dijo Piglet.

Suspiraron y se levantaron y, cuando se hubieron sacudido unos cuantos pinchos, se volvieron a sentar y todo ese rato Pooh se decía: «Si se me ocurriera algo…». Porque él estaba convencido de que un Buen Cerebro podría cazar un Pelifante con sólo discurrir un poco.

-Supón -le dijo a Piglet- que quisieras cazarme, ¿cómo lo harías?

-Bueno -dijo Porquete-, pues haría una trampa y pondría un tarro de miel dentro de la trampa y tú olerías la miel y bajarías a por ella y…

-Y bajaría a por ella -dijo Pooh excitadisimo-, con mucho cuidado para no hacerme daño, y cogería el tarro de miel y chuparía bien los bordes primero, haciendo como que no queda más, ya sabes, y luego me alejaría un poco para pensar luego… y luego volvería al tarro y empezaría a chupar por el medio y luego…

-Sí, bueno, eso da igual. El caso es que estarías dentro de la trampa y que yo te habría cazado. Ahora lo que hay que saber es qué es lo que les gusta a los Pelifantes.

Piñas, supongo. Cogeremos un montón de piñas y… ¡eh, Winnie the Pooh, despierta! 

Pooh, que había entrado en un sueño maravilloso, se despertó sobresaltado y dijo que la miel le parecía una cosa mucho más Atrapante que las piñas.

Piglet no estaba de acuerdo, y justo iban a empezar a discutir cuando Porquete recordó que, si ponían piñas en la trampa, le iba a tocar a él buscarlas, mientras que, si ponían miel, le tocaría a Winnie de Pooh ceder la suya; así que dijo: 

«De acuerdo; miel», justo cuando Pooh, que acababa de pensar lo mismo, iba a decir: «De acuerdo; piñas».

-Miel -dijo Piglet pensativo, como si ya estuviera decidido. Yo cavaré el hoyo mientras tú vas a buscar la miel.

-Muy bien -dijo Winnie the Pooh, y echó a andar.

En cuanto llegó a casa, fue a la despensa, se subió a una silla y bajó un gran tarro de miel de la última estantería. El tarro tenía un enorme letrero donde ponía MYEL, pero, por si acaso, le quitó la tapa y miró lo de dentro, y parecía miel.

-Aunque nunca se sabe -dijo Pooh-. Recuerdo que mi tío comentó en una ocasión que había visto queso de este color. Así que metió la lengua en el tarro y dio un gran lametón.

-Sí -dijo-, es miel. Sin duda alguna.

Y miel, supongo, hasta el fondo. A menos, naturalmente dijo-, que alguien haya puesto queso abajo del todo para gastarme una broma. Quizás debería seguir probando por si acaso; no vaya a ser que a los Pelifantes no les guste el queso, como me pasa a mí…

¡Ah! -dijo y suspiró profundamente-. Sí que es miel. Hasta abajo. Tenía yo razón.

Habiéndose asegurado de esto, llevó el tarro a Piglet. Porquete le vio llegar desde el fondo de su Hoyo Muy Profundo y preguntó:

«¿Traes la miel?», y Pooh contestó: «Sí, pero el tarro no está lleno», y se lo tiró a Piglet, y Porquete dijo: ¿Esto es todo lo que te queda?, y Pooh dijo: «Si», porque era la verdad. Así que Piglet colocó el tarro en el fondo del Hoyo y salió trepando y los dos se fueron a casa.

-Buenas noches, Winnie Pooh -dijo Porquete cuando llegaron a casa de Pooh. Nos encontraremos mañana por la mañana a las seis, junto a los Seis Pinos, a ver cuántos Pelifantes han caído en la Trampa.

-A las seis, Piglet. ¿Tú tienes una cuerda?

-No. ¿Para qué quieres una cuerda? …

(Continuará …. )

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