Fábulas de Esopo 🐍 Cuentos con moraleja |
Cierto día una serpiente entró furtivamente en el taller de un herrero y se puso a morder una lima de templado acero.
Al cabo de un rato, su lengua, despedazada por tan loco intento, sangraba tanto que daba pena. Pero la serpiente, creyendo que conseguiría pulverizar el metal, seguía dando dentelladas.
Entonces la lima, compadeciéndose de la serpiente, le dijo:
-¡Insensata, el mal te lo haces a ti misma! ¿Cómo crees poder hacer daño a quien puede hacer polvo el duro metal?
Quien pretende al más fuerte derribar
no consigue sino su propia ruina.