WINNIE DE PO visita a conejo y se queda atrapado

[responsivevoice_button voice="Spanish Female" buttontext="Leer audiocuento"] Escucha «WINNIE DE PO visita a conejo y se queda atrapado 🐰 Audiocuento infantil Disney – Cap II (parte 2/2) – Episodio 4» en Spreaker.

Winnie the Pooh se queda atascado en su visita a su amigo Conejo – Cap II (parte 2/2) 🧸 Episodio 4.

(Ir a episodio anterior)

-¡No puedo entrar ni salir!
-dijo Pooh-. ¡Mecachis en la porra!

Mientras tanto, Conejo también había decidido irse a pasear y, al encontrarse con que la puerta principal estaba totalmente ocupada, había salido por la de atrás, había dado la vuelta a la madriguera y ahora estaba frente a Pooh, mirándole.

-¿Te has quedado atascado? -preguntó.

-No

-dijo Pooh disimulando-. Estaba descansando un poco, y pensando y canturreando.

-Dame la pata.

Pooh alargó una pata y Conejo tiró y tiró y tiró.

-¡Ay!-gritó

Pooh-. Me haces daño.

-La verdad -dijo Conejo es que estás atascado.

-Eso pasa -dijo Pooh enfadado-,

por no tener puertas más grandes.

-Eso pasa -dijo Conejo severamente-, por comer demasiado. Ya me parecía, aunque no he querido decir nada, que uno de nosotros estaba comiendo demasiado, y desde luego

no era yo -dijo Conejo.

-Bueno, bueno -añadió-, voy a buscar a Christopher Robin.

Christopher Robin vivía al otro lado del bosque. Cuando llegó con Conejo y vio la mitad de Pooh saliendo del agujero, dijo «Oso tontorrón» con una voz tan cariñosa, que todo el mundo se sintió mucho mejor.

-Se me estaba ocurriendo -dijo Pooh resoplando un poco-, que a lo mejor Conejo no puede volver a utilizar esta puerta. Y yo lo sentiría mucho.

-Yo también -dijo Conejo.

-¿Por qué no va a poder utilizar esta puerta? ¡Naturalmente que volverá a utilizar esta puerta!

-Bien -dijo Conejo -Si no podemos sacarte del todo, Pooh, a lo mejor podemos meterte del todo. Conejo se atusó los bigotes pensativo y señaló que una vez que Pooh estuviera dentro, estaría dentro, y, aunque nadie se alegraba tanto como él de ver a Pooh a menudo, era, sin embargo, un hecho sabido que unos viven en árboles y otros viven bajo tierra y..

-¿Quieres decir que nunca podría volver a salir?

Quiero decir -dijo Conejo-, que habiendo conseguido sacar la mitad, me parece una pena desperdiciar el esfuerzo. 

-Entonces sólo hay una solución -dijo-. Tendremos que esperar a que vuelvas a adelgazar.

-¿Cuánto tiempo se tarda en adelgazar? -preguntó Pooh con inquietud.

-Una semana más o menos.

-¡Pero yo no puedo quedarme aquí una semana!

-¡Ya lo creo que puedes quedarte ahí, Oso tontorrón! Lo difícil es conseguir que no te quedes.

-Te leeremos cuentos -dijo Conejo para animarle-. Y espero que no nieve -añadió-. Por otra parte, estás ocupando un montón de espacio dentro de mi casa. ¿Te importa si uso

tus patas traseras como toallero? Porque pienso yo que, ya que están ahí sin hacer nada, serían muy prácticas para colgar las toallas.

-Una semana -dijo Pooh muy deprimido-. Y las comidas, ¿que? 

-De comidas, nada, me temo -dijo Christopher Robin- Para que adelgaces más deprisa. Pero te leeremos cuentos.

Pooh empezó a suspirar y descubrió que ni eso podía, de puro apretado que estaba. Le rodó un lagrimón hasta el hocico y dijo:

-Por favor, léeme un Libro Reconfortante, de los que sirven para ayudar y consolar a un Oso Atrapado en un Gran Aprieto. Así, durante una semana, Christopher Robin leyó un libro de esa clase a la mitad Norte de Pooh, y Conejo utilizó la mitad Sur para colgar su colada. En medio, Pooh se sentía cada día más y más delgado. Al terminar la semana Christopher Robin dijo:

-¡Ahora! Agarró fuerte las patas delanteras de Pooh, Conejo agarró fuerte a Christopher Robin y todos los Amigos y Parientes de Conejo agarraron fuerte a Conejo y todos tiraron a la vez… 

Durante mucho rato Pooh sólo decía:

«¡Ay!»

Y»;Uy!»

Y de repente hizo «POP!», igual que un corcho cuando sale de la botella.

Y Christopher Robin y Conejo y todos los Amigos y Parientes de Conejo se cayeron para atrás, unos encima de otros, y encima de todos ellos cayó (¡libre!) Winnie Pooh. El cual, con un gesto de gratitud hacia sus compañeros, siguió su paseo por el Bosque, canturreando como siempre.

Christopher Robin le miró con afecto y dijo para sus adentros:

«Oso tontorrón».

(más audiocuentos infantiles Disney)

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.