Fábulas de Esopo – Fábulas cortisimas.
Reunidas un día las liebres se quejaban de su vida pobre y atemorizada; pues, en efecto, decían ser presa de los hombres, de los perros, de las águilas y de otros enemigos más.
Después de largo debate, las desdichadas liebres, acordaron morir de una vez y no seguir viviendo en el terror.
Entonces se dirigieron todas al mismo tiempo a un estanque, para morir ahogadas en él.
Unas ranas, que estaban sentadas cerca del estanque, en cuanto sintieron el ruido de su carrera se echaron al agua.
En eso una de las liebres, al parecer la más inteligente de todas, dijo:
¡Deteneos, camaradas!,
No nos apresuremos, pues ya podéis ver que todavía hay animales más tímidos que nosotras
Mal de muchos,
Refran
consuelo de tontos.