El jorobado de Notre Dame

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Relato de la novela de Víctor Hugo

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La increíble historia de amor y tragedia que esconde la catedral de Notre Dame 😱

En 1482, la ciudad de París estaba llena de alegría y diversión. Era el día de Reyes, la fiesta de los locos y el día de la gran obra de teatro en el Palacio de Justicia. Desde la noche anterior, la gente se había reunido en las calles para ver los desfiles, escuchar la música y reírse de las bromas. Todos esperaban con ansia el momento de ver la obra, que había sido escrita por un joven y valiente poeta llamado Pierre Gringoire. Era una historia de amor y aventuras que prometía emocionar a todos.

Pero cuando llegó la hora de empezar, los actores se encontraron con un problema. La multitud estaba tan impaciente y ruidosa que no les dejaba hablar. Les silbaban, les tiraban cosas y les pedían que se fueran. Los pobres actores estaban a punto de llorar, y algunos pensaron en escapar. Pero entonces apareció Pierre Gringoire, que era muy valeroso y decidido. Se subió al escenario y se dirigió a la gente con una voz firme y clara.

-¡Amigos míos! -dijo-. ¡Os ruego que guardéis silencio y respeto por esta obra que he escrito con tanto esfuerzo y cariño! Es una obra digna de vuestra atención, llena de personajes interesantes y sorprendentes. Veréis al noble cardenal de Borbón, al severo archidiácono Claude Frollo, al gallardo capitán Febo de Châteaupers, a la hermosa gitana Esmeralda y al pobre jorobado Quasimodo. Os aseguro que no os aburriréis ni un momento.

Al oír estas palabras, la gente se calmó un poco y se sintió curiosa por ver la obra. Algunos aplaudieron a Pierre Gringoire y le pidieron que continuara. Otros se quedaron callados y atentos. Así que los actores pudieron empezar su representación.

Pero antes de que lo hicieran, ocurrió algo que llamó la atención de todos. Desde la plaza cercana llegó un grito agudo y estridente que hizo estremecer a los presentes. Era el grito de una mujer en peligro.

Todos se volvieron hacia el lugar de donde venía el grito y vieron una escena terrible. Un grupo de hombres malvados había rodeado a una joven gitana que bailaba en la plaza. Era Esmeralda, la misma que había cautivado a Pierre Gringoire con su belleza y su gracia. Los hombres la insultaban, la amenazaban y la tiraban del pelo y de la falda. Ella se defendía como podía, pero estaba asustada y desesperada.

-¡Socorro! ¡Socorro! -gritaba-. ¡Que alguien me ayude!

Pero nadie se atrevía a acercarse a los agresores, que eran unos bandidos temidos por todos. Solo uno se movió con rapidez y coraje. Era Quasimodo, el jorobado de Notre Dame, que había sido elegido como el Papa de los locos por su fealdad. Quasimodo había visto a Esmeralda desde lo alto de la catedral y se había enamorado de ella al instante. No podía soportar verla sufrir así.

Con un salto, bajó del escenario y se abrió paso entre la multitud. Llegó hasta donde estaba Esmeralda y la cogió en brazos. Luego, con una fuerza prodigiosa, apartó a los bandidos a golpes y los hizo retroceder.

-¡Dejadla en paz! -gruñó-. ¡Es mía!

Y sin esperar más, se llevó a Esmeralda a la catedral, donde nadie podía seguirla ni hacerle daño. La gente se quedó boquiabierta al ver la hazaña del jorobado. Algunos le aplaudieron y le vitorearon. Otros se burlaron de él y de su amor imposible.

Pierre Gringoire también se quedó sorprendido y triste. Había perdido a su musa y a su obra en un instante. Pero no se rindió. Decidió seguir a Quasimodo y a Esmeralda hasta la catedral, dispuesto a recuperarlos o a morir en el intento

En la catedral, Quasimodo le ofreció a Esmeralda un refugio seguro. Le mostró su pequeña habitación junto a las campanas y le dio de comer y de beber. Esmeralda estaba agradecida con el jorobado, pero también asustada por su aspecto. No podía entender cómo alguien tan feo podía ser tan bueno con ella. Quasimodo, por su parte, la adoraba con toda su alma. Le hablaba con ternura y le cantaba canciones. Le regaló su tesoro más preciado: una pequeña figura de cera que representaba a la Virgen María. Le dijo que era su madre y que la protegería de todo mal.

ero Esmeralda seguía enamorada de Febo, el capitán que la había salvado de ser raptada por Quasimodo. Febo era un hombre guapo y valiente, pero también vanidoso y mujeriego. Le había prometido a Esmeralda que se casaría con ella, pero en realidad estaba comprometido con otra mujer, Flor de Lis, una dama noble y rica. Febo solo quería divertirse con Esmeralda, sin importarle sus sentimientos.

Un día, Febo le envió una carta a Esmeralda, citándola en una posada. Ella se escapó de la catedral y fue a verlo, ilusionada. Pero lo que no sabía era que Frollo, el archidiácono, los estaba espiando. Frollo era el hermano adoptivo de Quasimodo y el tutor de Febo. Era un hombre severo y fanático, que ocultaba una pasión secreta por Esmeralda. Había sido él quien había ordenado a Quasimodo que la raptara, pero al ver que el jorobado se había enamorado de ella, se llenó de celos y odio.

Frollo entró en la posada y sorprendió a Febo y a Esmeralda besándose. En un arrebato de furia, sacó un puñal y apuñaló al capitán por la espalda. Luego huyó, dejando a Esmeralda junto al cuerpo ensangrentado de su amado. La gente que estaba en la posada acusó a Esmeralda del crimen y la entregó a la justicia.

Esmeralda fue llevada al Palacio de Justicia, donde la sometieron a un juicio injusto y cruel. La torturaron para que confesara su culpa y la declararon culpable de asesinato y brujería. La condenaron a morir en la hoguera en la plaza pública.

Quasimodo se enteró de lo que le habían hecho a Esmeralda y se llenó de dolor y rabia. Decidió salvarla a toda costa. Esperó a que la llevaran al cadalso y saltó desde lo alto de la catedral para rescatarla. La cogió en brazos y la llevó de nuevo al templo, gritando:

-¡Asilo! ¡Asilo!

Según la ley, nadie podía entrar en la catedral sin permiso del arzobispo. Quasimodo pensó que así podría proteger a Esmeralda de sus enemigos. Pero se equivocó.

Frollo consiguió convencer al rey Luis XI de que debía acabar con Esmeralda y con los gitanos que vivían en París. El rey ordenó atacar la catedral con soldados y cañones. Quasimodo se defendió como pudo, lanzando piedras y vigas desde las torres. Pero no pudo evitar que los soldados entraran en la catedral y se llevaran a Esmeralda.

Quasimodo vio desde una ventana cómo ataban a Esmeralda a un poste y le prendían fuego. También vio a Frollo mirando la escena con una sonrisa malvada. Entonces comprendió que había sido él quien había causado todo el mal.

Quasimodo se llenó de ira y de dolor. No podía soportar ver morir a la única persona que le había mostrado bondad y amor. Con un grito desgarrador, se lanzó sobre Frollo y lo empujó al vacío. Frollo cayó desde lo alto de la catedral y se estrelló contra el suelo.

Quasimodo bajó a la plaza, donde estaba el cuerpo sin vida de Esmeralda. La abrazó con ternura y lloró amargamente. Luego la llevó al cementerio de los inocentes y la enterró en una fosa común. Se acurrucó junto a ella y se quedó allí, sin comer ni beber, hasta que murió de hambre y de pena.

Así terminó la triste historia de Quasimodo y Esmeralda, dos almas nobles que sufrieron por culpa de la crueldad y la injusticia de los hombres. Pero dicen que, años después, cuando abrieron la fosa donde estaban enterrados, encontraron dos esqueletos abrazados. Uno era deforme y jorobado, y el otro era delicado y hermoso. Y cuando intentaron separarlos, se deshicieron en polvo.

5 lecciones / Moralejas / Enseñanzas de NUESTRA SEÑORA DE PARIS 📚 #NuestraSeñoraDeParís

  • La catedral de Notre Dame es el escenario principal de esta novela 🏰 Victor Hugo la describe con detalle y admiración 🙌 La catedral es un símbolo de la belleza, la fe y la esperanza, pero también de la decadencia, el sufrimiento y el olvido 😔 Conoce más en esta novela de Victor Hugo 📚
  • El relato nos muestra el contraste entre la belleza exterior y la interior, y cómo a veces nos dejamos engañar por las apariencias. Quasimodo era feo y deforme, pero tenía un corazón noble y generoso 💛. Esmeralda era hermosa y grácil, pero también bondadosa y valiente. Frollo era un hombre respetable y culto, pero ocultaba una pasión enfermiza y malvada. Febo era un hombre guapo y valiente, pero también vanidoso y mujeriego.
  • El relato nos enseña el valor del amor verdadero,  😍 que no se fija en lo superficial, sino en lo esencial. Quasimodo amó a Esmeralda sin esperar nada a cambio, solo quería protegerla y hacerla feliz. Esmeralda también le mostró cariño y compasión, reconociendo su bondad. Ambos se sacrificaron por el otro, hasta el punto de dar su vida.
  • El relato nos advierte de los peligros de la obsesión, el fanatismo y la intolerancia,  😈  que pueden llevar a la violencia y la injusticia. Frollo estaba obsesionado con Esmeralda, pero no podía aceptar sus sentimientos ni respetar su libertad. Era un fanático religioso que veía el mal en todo lo que no se ajustaba a su moral. Era intolerante con los gitanos, a los que consideraba inferiores y criminales. Por su culpa, Esmeralda fue acusada falsamente de asesinato y brujería, y condenada a morir en la hoguera.
  • El relato nos invita a apreciar el patrimonio cultural y artístico de nuestra historia, especialmente el arte gótico 🏰 . La catedral de Notre Dame es el escenario principal de la obra, y Victor Hugo la describe con detalle y admiración. La catedral es un símbolo de la belleza, la fe y la esperanza, pero también de la decadencia, el sufrimiento y el olvido. Hugo quiso concienciar a sus contemporáneos sobre la importancia de conservar y restaurar los edificios medievales que estaban siendo demolidos o abandonados.

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