Cuento Clásico Disney – A.A. Milne
Listen to «WINNIE THE POOH atrapado por el agua SALVA su miel 🌧️ cap IX 💧 parte2d3 🧸 Episodio 18» on Spreaker.CAPiTULO IX – En el cual Pooh salva su miel mientras Piglet se encuentra totalmente rodeado por las aguas – Episodio 18 (Parte 2 de 3)
(Ir a la Primera parte del cuento)
Cuando empezó la lluvia, Pooh estaba durmiendo.
Llovió y llovió y llovió, y él durmió y durmió y durmió. Estaba cansadísimo. Ya recordáis cómo había descubierto el Polo Norte; bueno, pues estaba tan orgulloso de su hazaña que fue a preguntar a Christopher Robin si había otros Polos que un Oso de Poco Cerebro pudiera descubrir.
-Hay un Polo Sur -dijo Christopher Robin-, y supongo que tiene que haber un Polo Este y un Polo Oeste, aunque nadie habla de ellos.
Pooh se puso muy nervioso con esta noticia y sugirió que se organizara una Expedición para descubrir el Polo Este, pero Christopher Robin tenía unas cosas que hacer con Kanga, y Pooh se tuvo que ir solo a descubrir el Polo Este.
No recuerdo si al final lo descubrió o no, pero estaba tan cansado cuando llegó a casa que se quedó dormido en la silla mientras cenaba. Y durmió y durmió y durmió.
De repente, se puso a soñar. Estaba en el Polo Este y hacía un frío terrible; el Polo estaba cubierto por la nieve y el hielo más fríos del mundo. Había encontrado una colmena para guarecerse, pero no le cabían las patas, así que las tenía a la intemperie. Y una bandada de Frusbos Salvajes, típicos del Polo Este, le picoteaban las piernas, tratando de hacer nidos entre su pelambre.
Y cuanto más picoteaban, más frío le entraba en las patas. De pronto se despertó sobresaltado y se encontró sentado en la silla con los pies en el agua y su casa inundada.
Chapoteó hasta la puerta y miró afuera…
-Esto es grave -dijo Pooh -. Tengo que pensar en organizar un rescate.
Así que cogió el tarro más grande de miel y lo rescató llevándolo a la rama más alta del árbol. Luego bajó de nuevo y rescató otro tarro… y cuando el Rescate llegó a su fin, Pooh se encontró sentado en su rama, con los pies colgando, y diez tarros de miel, en fila, junto a él.
Dos días más tarde Pooh seguía sentado en su rama, con los pies colgando, y cuatro tarros de miel, en fila, junto a él.
Tres días más tarde, Pooh seguía sentado en su rama, con los pies colgando, y un solo tarro de miel.
Cuatro días más tarde Pooh seguía sentado..
Y fue en la mañana del cuarto día cuando vio flotar ante sus narices la botella de Piglet y, al grito de «¡MIEL!», Pooh se tiró al agua, agarró la botella y volvió a subir al árbol.
-¡Porras! – dijo Pooh cuando quitó el corcho-. Me he mojado para nada. ¿Qué será este papel? Lo sacó y lo contempló con detenimiento.
-¡Es un “Minsaje”! -se dijo-. Eso es lo que es. Y esta letra es una «P» y esta otra también, y «P» significa «Pooh «, así que es un Minsaje muy importante para mí y no puedo leerlo.
Tengo que buscar a Christopher Robin, o a Búho, o a Porquete; cualquiera de ellos lee estupendamente y puede decirme lo que significa este Minsaje. Pero no sé nadar. ¡Porras!
Entonces tuvo una idea, y a mí me parece que, para un Oso de Poco Cerebro, era una buena idea. Pensó…
«Si un botella flota, un tarro también flotará. Y si un tarro flota, yo puedo sentarme encima, si el tarro es suficientemente grande».
Así que cogió el tarro más grande de todos y le puso el corcho.
-Todos los botes tienen un nombre -dijo-; el mío se llamará “El Oso Flotante”. -Y con estas palabras lanzó al agua su bote y saltó detrás.
Durante un cierto tiempo Pooh y El Oso Flotante tuvieron sus dudas acerca de cuál tenía que ir encima y cuál debajo de cuál; después de intentar varias posibilidades, quedó decidido que El Oso Flotante iría debajo con Pooh sentado encima, a caballo, remando con los pies.