La fábula clásica de la tortuga y la liebre: una lección de humildad y perseverancia. 🐢🐇💪
La tortuga, al ver que la liebre se burlaba de sus torpes patas y de su lento caminar, la desafió a correr para saber cuál de las dos llegaría primera a la meta señalada.
Dicho y hecho: eligieron por juez a la zorra, la más astuta. Pero sucedió que la liebre, confiando demasiado en su rapidez, se puso a descansar un momento en medio del camino y se quedó dormida.
Entretanto, aprovechando el inoportuno descanso de su contrincante, la tortuga, con perseverancia y sin correr, llegó la primera al punto final.
En vano, momentos después, despierta ya la liebre, quiso alcanzar a su rival. Pero nada pudieron su deseo y velocidad.
Poco a poco se llega lejos
¿Qué podemos aprender de la tortuga y la liebre? Descubre la moraleja de esta historia. 🐢🐇📚
Este episodio nos recuerda que la perseverancia y la constancia son más importantes que la velocidad. Así que, ¿por qué no te tomas un momento para escucharlo y reflexionar sobre su mensaje?
- La burla y el desafío: En este episodio, la liebre se burla de la tortuga por su lento ritmo. Pero, ¿sabías que la tortuga, lejos de sentirse ofendida, desafía a la liebre a una carrera? ¡Sí, una carrera!
- La confianza excesiva puede ser peligrosa: La liebre, segura de su velocidad, decide tomar un descanso y se queda dormida. Mientras tanto, la tortuga, lenta pero constante, aprovecha la oportunidad para avanzar.
- La perseverancia es la clave: A pesar de su lentitud, la tortuga no se rinde y finalmente cruza la línea de meta en primer lugar. ¡Una gran lección de que «lento pero seguro gana la carrera»!
- El despertar tardío de la liebre: Cuando la liebre despierta y se da cuenta de su error, intenta alcanzar a la tortuga, pero es demasiado tarde. La velocidad no sirve de nada si no se utiliza correctamente.
Gracias por escuchar nuestras historias infantiles gratuitas en audiocuentos.net. ¡Hasta la próxima!