Fábulas de Esopo 🐑Moralejas.
Un pastor encontró unos lobeznos y, encariñándose con ellos, los crió con sumo esmero, con la esperanza de que cuando fueran mayores, no sólo le cuidaran sus propios corderos, sino también le llevaran otros ajenos.
Pero en cuanto los lobeznos crecieron, aprovecharon cuanta oportunidad se les presentaba para hacer de las suyas con el rebaño del pastor. Devorando grán número de ovejas.
Cuando al poco tiempo el pastor reparó en ello, se lamentaba con estas razones:
-Tengo bien merecido este castigo ¡Insensato de mi!, ¿Por qué, dejándome llevar de vanas ilusiones, puse mi cariño en esos animales?; más me hubiera valido exterminarlos cuando eran pequeños.
Cría cuervos
Refran
y te sacarán los ojos