Cuentacuentos Infantiles 🐴🐶🐱🐔
Listen to «LOS MUSICOS DE BREMEN 🐴🐶🐱🐔 Cuentacuentos infantiles» on Spreaker.Érase una vez un viejo burro que había trabajado toda su vida para su amo. Con la edad,
ya no podía trabajar como cuando era joven, y su amo dejó de cuidarle.
Así que el asno se escapó rumbo a la ciudad de Bremen, con la idea de ser un músico
callejero. Al poco de empezar a caminar, en medio del camino encontró, tirado en el suelo,
un perro que parecía cansado.
—¿Qué te pasa, amigo?
—Me he hecho viejo, y ya no puedo cazar como antes, así que mi dueño quiere quitarme del medio. He tenido que escaparme, y ahora no sé a dónde ir!
—Yo te voy a decir adónde — contestó el burro—. ¡Ven conmigo a Bremen a hacer música!
El perro aceptó, y los dos animales siguieron su camino.
Al poco tiempo, sentado al borde del camino, encontraron a un viejo gato que se encontraba muy triste.
—¿Qué te pasa, amigo?
—Me he hecho viejo, y ya no puedo atrapar ratones como antes, así que mi dueño quiso ahogarme. He tenido que escaparme, ¡y ahora no sé qué hacer!
—Ven con nosotros a Bremen, ¡seremos músicos!
El gato aceptó, y los tres animales continuaron su viaje.
Nuestros tres amigos pasaron entonces por una granja, y allí encontraron a un viejo gallo
que cacareaba, quejándse.
—¿Qué te pasa, amigo? ¿Por qué gritas así? — le preguntó el burro.
— Tenemos invitados en casa, y nuestra ama le ha dicho al cocinero que me meta en la cazuela y haga una sopa conmigo.
—¡Vaya! Pues júntate con nosotros y ven a Bremen. ¡Allí seremos músicos!
El gallo aceptó, y los cuatro amigos continuaron su viaje, ilusionados por encontrar en
Bremen una vida mejor.
Cuando anocheció, se adentraron en el bosque para buscar un sitio en el que pasar la
noche. El gallo se subió a la rama de un árbol, y, desde allí arriba, vio una luz a lo lejos.
Avisó al resto, y los cuatro fueron hacia allí, con esperanza de encontrar un techo y algo que
comer.
Sin embargo, cuando llegaron se llevaron una sorpresa. ¡Ya estaban en Bremen! Pero en
aquella casa, había ladrones, comiendo, bebiendo y pasándoselo bien.
—¡Eso es lo que nosotros necesitamos! —dijo entonces el gallo.
Y los cuatro animales urdieron un plan para echar a los ladrones de aquella casa.
El burro se puso frente a la ventana; el perro se subió a su lomo; el gato se subió encima del
perro, y, finalmente, el gallo, alzando el vuelo, se posó sobre la cabeza del gato. Entonces,
empezaron a hacer su música: el burro, rebuznó; el perro, ladró; el gato, maulló, y el gallo
cacareó.
Los ladrones, muy asustados por el terrible estruendo, escaparon bosque adentro sin mirar atras.
Nuestros amigos comieron todo lo que había en la mesa y se durmieron enseguida. Mientras, los ladrones asustados miraban la casa desde lejos.
—¡No había motivo para escapar como hemos escapado!— dijo el jefe de los ladrones. Y decidió enviar a uno de los ladrones a la casa, a averiguar qué estaba pasando.
El ladrón entró en la casa, a oscuras. No podía ver nada, y trató de encender una cerilla con
algo que le pareció un ascua de carbón. Pero no era un ascua, sino los ojos del gato, que
maulló de dolor:
—¡Miaaaaauuuuu!
El gato saltó a la cara del ladrón, le escupió y le arañó. El ladrón intentó escaparse, pero el
perro le mordió en la pierna. Y, ya en el patio de la casa, el burro le dio una coz y el gallo
cacareó todo lo fuerte que pudo. Así que se escapó de allí pitando, dolorido y sin saber que le habia pasado. Y los ladrones se dieron por vencidos y nunca más se atrevieron a volver a aquella casa.
Nuestros amigos, afortunadamente, se pudieron quedar allí para siempre. Y fueron muy felices ofreciendo conciertos para quienes vivían en aquella ciudad. A partir de entonces, fueron conocidos como los famosos músicos de Bremen.
MORALEJA músicos de Bremen 🐴🐶🐱🐔
Valor e iniciativa para Iniciar nuevos proyectos cuando todo parece perdido, no abandonar ante las dificultadoes, compañerismo y trabajo en equipo. Juntos logramos cosas que cada uno por separado nunca lograríamos.