LA MISA DEL GALLO

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Origen de la Misa del Gallo 🐓 Cuento de Navidad 🌟 Origen de la tradicion Cristiana – Misa del Gallo in Spain

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Todo estaba tranquilo en Belén. Nadie caminaba por las calles, no brillaba ninguna luz en las ventanas, no se oía ningún ruido más que una ligera brisa que llegaba desde el desierto, y las estrellas del cielo miraban sonrientes el mundo que había a sus pies.

En un destartalado portal, un buey dormitaba junto al pesebre lleno de paja. Encima del portal, sostenido por una sola pata, también dormía un gallo enclenque al que habían echado de su gallinero por ser demasiado débil.

Era una noche fría de invierno, y el gallo había encontrado en el techo de aquel portal abandonado el mejor lugar donde dormir, pues el calor que emitía el buey lo mantenía calentito.

De pronto oyó un rumor en la calle. Los cascos de una mula que rompían el silencio. El gallo abrió los ojos: todavía faltaba mucho para dar la bienvenida al nuevo día con su canto, y miró curioso al lugar del que provenía el ruido que le perturbaba el sueño.

Sobre la mula, viajaba una mujer, y a pie, a su lado, su marido, tiraba de las riendas. Se abrió la puerta de una casa cercana, la posada, y alguien de allí señaló hacia el ruinoso portal sobre el que dormía el gallo.

Cuando llegaron, ataron a la mula junto al buey, y la mujer se sentó sobre un montón de paja, asistida por su marido en todo momento.

A medianoche la mujer dio a luz al niño más bonito que el gallo jamás hubiese visto: era rosadito, de cabellos rubios como el oro y, cada vez que sonreía, parecía que el rostro se le iluminase. El niño era más hermoso que el sol más radiante de un despejado día de verano, por lo que el gallo decidió no esperar a que amaneciese para cantar.

-¡Kikiriki!-cacareó, anunciando el nacimiento del Niño Dios al mundo, y del cielo descendieron ángeles que vinieron a dar la bienvenida al pequeño Hijo de María.

-¡Kikiriki! – repitió, y los pastores qué dormían en la montaña se despertaron y acudieron presurosos al portal a adorar al hermoso Niño.

-¡Kikiriki! -cantó por tercera vez, y las estrellas del cielo se pusieron en movimiento para advertir a gente de todo el mundo que el Hijo de Dios había nacido.

Desde entonces, en Nochebuena se celebra la misa del gallo, para homenajear a este pequeño animal que fue el primero en celebrar el nacimiento del Niño Jesús.

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