EL LIBRO DE LA FANTASIA - Gianni Rodari
Juanito Pierdedía era un gran viajero. Viaja que te viaja, llegó al país con el des delante.
-¿Pero qué clase de país es éste? -preguntó a un ciudadano que tomaba el fresco a la sombra de un árbol.
El ciudadano, por toda respuesta, sacó del bolsillo una navaja y se la enseñó bien abierta sobre la palma de la mano.
-¿Ves esto?
-Si, es una navaja.
-Se equivoca. Esto es una “desnavaja”, es decir, una navaja con el des delante. Sirve para hacer crecer lápices cuando están muy gastados, y es muy útil en los colegios.
-Magnífico -dijo Juanito-. ¿Qué más?.
-También tenemos el “desperchero”.
-Querrá decir el perchero.
-De poco sirve un perchero si no se tiene un abrigo que colgarle. Con nuestro “desperchero” todo es distinto. No es necesario colgarle nada, ya está todo colgado. Si tienen necesidad de un abrigo, va allí y lo descuelga. El que necesita una chaqueta no tiene por qué ir a comprarla: va al “desperchero” y la descuelga. Tenemos despercheros de verano y de invierno, el de hombre y el de mujer. Así ahorramos mucho dinero.
-Una auténtica maravilla ¡Enseñeme más!…
-Luego tenemos la máquina “desfotográfica”, que en lugar de hacer fotografías hace caricaturas, y así nos reímos. Luego tenemos el “descañón”.
-¡Brrr, qué miedo! -dijo Juanito asustado.
-¡Qué va! El “descañón” es lo contrario del cañón, y sirve para deshacer la guerra.
-¿Y cómo funciona?
-Es sencillísimo; puede manejarlo incluso un niño. Si hay guerra, tocamos la destrompeta, disparamos el descañon y la guerra queda deshecha rápidamente.
Qué maravilla el país del el des delante.