Un Encuentro Inesperado 🐇🔍
En un brillante día de verano, Alicia y su hermana mayor se aventuraron por los campos dorados. La hermana de Alicia estaba absorta en un libro sin ilustraciones, ¡qué aburrido! Mientras tanto, Alicia, con su imaginación desbordante, buscaba algo emocionante que hacer. De repente, un conejito blanco con un chaleco y un reloj de bolsillo pasó corriendo. “¡Vaya prisa tengo!”, exclamó el conejito. Alicia, asombrada al oír hablar a un animal, decidió seguirlo.
El conejito se zambulló en un agujero en un árbol y Alicia, impulsada por la curiosidad, se deslizó tras él. Para su sorpresa, comenzó a caer, caer y caer en un pozo que parecía no tener fin. Mientras descendía, pasaba junto a estantes llenos de libros y curiosidades. “¡Es como explorar el mundo al revés!”, pensó Alicia. Finalmente, aterrizó suavemente en un pasillo misterioso.
Alicia se puso de pie y caminó por el pasillo, encontrando puertas tras puertas, todas cerradas. “¿Dónde se habrá metido ese conejito?”, se preguntó. Entonces, descubrió una llavecita dorada sobre una mesita. Intentó abrir las puertas, pero la llave era demasiado pequeña. Triste, pero no derrotada, Alicia encontró una puertecita detrás de una cortina. ¡La llave encajaba perfectamente y la puerta se abrió, revelando un jardín encantador!
Alicia deseaba explorar aquel jardín, pero era demasiado grande para pasar por la puerta. De regreso en el pasillo, encontró una botella etiquetada “Bébeme”. “¡Qué aventura tan extraordinaria!”, exclamó mientras bebía y empezaba a encogerse. Ahora podría pasar por la puerta, pero ¡oh, no! La llave estaba sobre la mesa, muy alta para ella.
Con lágrimas en los ojos, Alicia vio un pastelito con la etiqueta “Cómeme”. Al probarlo, comenzó a crecer de nuevo. “¡Ahora soy demasiado grande!”, se lamentó. Justo entonces, el conejito blanco pasó corriendo. “¡Señor Conejo, espere!”, gritó Alicia. Pero el conejito, apurado, solo dejó caer unos guantes y un abanico.
Alicia, ahora pequeñita otra vez, se abanicó y se encogió tanto que cayó en un charco de lágrimas. Junto a otros animales, nadó hasta la orilla. Allí, el conejito la confundió con su criada y le pidió que trajera sus cosas. Alicia, siempre dispuesta a ayudar, fue a la casita del conejo en el bosque, y al entrar, encontró sus guantes y un abanico. Pero al ver otra botella, pensó: “Si bebo esto, ¿volveré a mi tamaño normal?” Tras beber, ¡creció tanto que la casa parecía una caja de zapatos! “¿Qué haré ahora?”, se preguntaba mientras el conejo esperaba impaciente fuera.
Los animales, asustados por el tamaño de Alicia, lanzaron piedras a la casa, que se transformaron en pasteles. Al comerlos, Alicia encogió y pudo salir, pero ¡oh sorpresa! Se había vuelto diminuta, perdida entre los arbustos del bosque. “¿Cómo volveré a mi tamaño?”, se cuestionaba.
Entonces, vio a un perrito. Al llamarlo, se dio cuenta de lo pequeña que era. Casi aplastada por sus patas, tropezó con un hongo donde una oruga azul le ofreció sabiduría: “Un lado te hará crecer, el otro encoger”. Probando pedacitos, Alicia ajustó su tamaño, guardando trozos para más tarde.
Al encontrar una casita, tuvo que encogerse para entrar. Allí, en una cocina, estaba una duquesa con un bebé y un gato sonriente. “¿Por qué sonríe tu gato?”, preguntó Alicia. “Es un Gato de Cheshire”, respondió la duquesa mientras el gato desaparecía, dejando solo su sonrisa y un bebé llorón.
La duquesa, apresurada para jugar croquet con la reina, dejó a Alicia con el bebé. De repente, el Gato de Cheshire reapareció, aconsejando a Alicia buscar al Sombrerero y la Liebre de Marzo, aunque advirtió que estaban locos. Tras desaparecer lentamente, Alicia, con el bebé, se dirigió a la casa de la Liebre de Marzo.
Allí, la Liebre y el Sombrerero tomaban té bajo un árbol, con un ratón dormilón como almohada. “No hay espacio”, dijeron al ver a Alicia. Pero ella, confundida por sus extrañas costumbres y cansada de sus chistes, decidió seguir su camino, buscando respuestas en este mundo al revés.
Después de dejar la extraña merienda con el Sombrerero y la Liebre de Marzo, Alicia encontró una puerta secreta en un árbol. Al abrirla con una llave dorada, descubrió un jardín donde los jardineros, que parecían cartas de baraja, pintaban rosas blancas de rojo. “¿Por qué hacen eso?”, preguntó Alicia. “¡La Reina quería rosas rojas!”, respondieron temerosos.
La Reina de Corazones llegó, imponente y feroz, invitando a Alicia a un juego de croquet muy peculiar: ¡los erizos eran las bolas y los flamencos los mazos! Pero el juego se convirtió en un caos y la Reina, furiosa, ordenó cortar cabezas y canceló el juego.
Luego, comenzó un juicio contra la Sota de Corazones por robar pasteles. Alicia, que había crecido enormemente, fue llamada a declarar, pero al levantarse, derribó a todos los jurados. “¡No sé nada!”, exclamó ante la Reina, que gritó: “¡Corten su cabeza!”. Pero Alicia, valiente, se negó a obedecer.
De repente, todo se convirtió en un torbellino de cartas volando hacia ella. Alicia intentó atraparlas, pero el remolino la elevó y… ¡despertó en el campo! Todo había sido un sueño. “¡Qué aventura tan increíble! Desde ese día Alicia siguió en busca de aventuras junto a su hermana que la acompañaba.
Conclusión Final sobre el cuento: Alicia en el País de las Maravillas🌈
Después de un día lleno de juegos y aventuras en un mundo de sueños, Alicia se despierta y encuentra que todo ha sido un gran sueño. Ella sonríe y le cuenta a su hermana sobre el conejito blanco, el gato sonriente y todas las cosas increíbles que ‘vivió’. Alicia aprendió que, con imaginación, cualquier lugar puede ser mágico, ¡incluso un día tranquilo en el campo!
Lecciones sobre el cuento:
- Sé Curioso 🐰: Pregunta, explora y aprende cosas nuevas, ¡nunca sabes qué aventuras te esperan!
- Sé Valiente 🦁: A veces las cosas pueden parecer extrañas o difíciles, pero con valentía, puedes superar cualquier desafío.
- Sé Amable 💖: Trata a todos los seres, grandes y pequeños, con amabilidad y respeto, como lo harías con tus amigos.
- Usa tu Imaginación 🎨: Con tu imaginación, puedes viajar a lugares maravillosos sin salir de casa.
- Ríe y Diviértete 😄: No importa lo raro que sea algo, siempre hay espacio para la risa y la diversión.