La liebre y la tortuga

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En un bosque había una liebre que pregonaba a los cuatro vientos su increíble velocidad, corría de acá para allá, dejando sorprendidos a todos los animales, pues su capacidad de salto, y sus movimientos veloces eran realmente sorprendentes, ninguno de los animales de su entorno la podía igualar, de todos los animales era el más veloz, la liebre no solo presumía su velocidad, sino que menosprecia a los otros animales, y se ensaño en sus bromas principalmente con una tortuga que vivía en las zona, la tortuga se movía poco a poco a buscar sus vegetales, a adornar su casa, y su velocidad no era nada extraordinaria, más bien lo que  resaltaba era la lentitud, sin embargo la tortuga no se sentía menos, hacia sus labores continuamente sin detenerse a pesar de ir siempre muy lentamente.

Un día de esos en que la liebre iba casi volando por el bosque, se detiene a ver a la tortuga, y mofarse de ella, cuidado no te lesiones tortuga decía la libre vas muy, muy rápido, ja ja  ja ja ja, decía riéndose despiadadamente, la tortuga reaccionando ante la burla, contesta calmadamente acá paso a paso mi amiga liebre siempre paso a paso se llega más lejos,  la liebre dice yo con mi velocidad llegó más lejos y más rápido, presumiendo haber ganado muchas competencias de velocidad, y carreras.

La tortuga inesperadamente le hizo una propuesta a la liebre, que tal si tú y yo hacemos una competencia, en la que podamos mostrar nuestras habilidades, de seguro te ganare, la liebre riéndose a carcajadas aún no se tomaba en serio la propuesta, y contesto, no me prestare a este absurdo, como crees que me vas a ganar, ni dándote una hora de ventaja me podrías ganar tortuga lenta, pero la tortuga hablo con tanta seguridad que la liebre termino por aceptar, total era imposible que esa lenta tortuga le ganara una competencia de ese tipo, así que juntaron a los animales para que fueran testigos de la competencia y vigilarán que no existiera ninguna trampa.

Así se planificó la carrera  88 kilómetros, con una ventaja de 2 horas para la tortuga, la liebre confiada y presumida, le dio la ventaja y apenas se cumplieron las dos horas salió corriendo a increíble velocidad, dándole alcance a la tortuga y sobre pasándola, de manera que se sentó a esperar a la tortuga, quien venía lentamente pero sin detenerse, cargada con una gran cantidad de comida, la liebre que estaba esperando a la tortuga curiosa le pregunto, porque llevas toda esa comida, sabiendo que eres muy lenta, cargada así rendirás mucho menos, es que quería invitarte una comidita amiga liebre, así que podemos hacer una pausa acá y comer, ya tengo hambres dijo la tortuga, sacando una muestra de la apetitosa comida, la liebre dijo bueno está bien de todos modos no me podrás vencer, confiada y haciéndole agua la boca, se sentó a comer y a comer, así devoró casi toda la comida de la tortuga, que era muchísima, quedando satisfecha al extremo.

Una vez culminada la comida la tortuga dijo continuaré mi camino, de seguro con esfuerzo te ganare, la liebre confiada volvió a reír una vez más, la tortuga siguió optimista, mientras la liebre dijo descansare para bajar la comida, pero cayó en un sueño muy profundo, cuando recupero la conciencia, la tortuga estaba muy cerca de la meta, desorientada corrió a su velocidad increíble pero la tortuga ya estaba cruzando la meta. Felicitando a la tortuga la liebre reconoció su derrota y aprendió a ser más humilde.

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