Hace mucho tiempo existió un rey que perdió a su amada esposa, pero tenía una hermosa hija, el único recuerdo viviente que le quedaba de su esposa. Pasaron los años y el rey conoció a una mujer hermosa, la cual tenía una hija no tan agraciada como la hija del rey. Tras el matrimonio la mujer sintió envidia de la hija del rey, y comenzó a tratarla mal. Se le asignaban tareas domésticas interminables, ella resistía porque a pesar de todo su padre era feliz.
Un día la muchacha se encontraba a la orilla del rio lavando, junto a ella estaba una mujer que también lavaba, y de pronto grito, he perdido mi anillo, se me ha caído, ayúdeme usted por favor. La joven sumergió el brazo en el agua sucia, que además estaba muy fría, pero no conseguía nada, de modo que tuvo que agacharse más, fue tanto que se dio un golpe con algo en la frente, además de mojarse la cara, pero gracias al golpe busco con más cuidado y encontró el anillo. Sucedió algo muy raro, en el lugar donde la muchacha se golpeó comenzó a salirle una hermosa estrella.
Al regresar con su cruel madrastra, ella le pregunto, ¿Qué es eso que llevas allí? La muchacha apenada, le contó lo sucedido, aunque no entendía por qué, la estrella se le veía realmente hermosa en su frente. Con su incontenible envidia, la madrastra le dijo a su hija que al día siguiente ella iría al rio, la hija de la mala mujer no quería, sin embargo la madrastra agrego, ¿permitirás que ella tenga algo que tú no puedes tener?, iras y es mi última palabra.
Tal cual se lo indico su madre la otra chica fue al rio, pero no se atrevía a tocar el agua, pues le daba mucho asco porque estaba revuelta y oscura de sucio, así que la madre que la vigilaba, termino por hundirle la cabeza en el agua. Cuando saco la cabeza del agua, le salió algo en la frente, pero no era una estrella como esperaba, era una cola de burro. Rápido al médico dijo la madrastra, que al llegar la examino y llego a la conclusión que lo mejor era rebajarle la cola al ras de la frente, y para cubrirse le colocaron un cintillo en la frente.
Al regresar a la casa un príncipe buscaba una mujer con una estrella dorada, porque así decía la profecía que sería su esposa, la madrastra escondió a la hija del rey en una oscura habitación, para que el príncipe no la encontrara, y con engaños manipularon al príncipe, para que eligiera a la hija de la madrastra, diciéndole que ella ocultaba bajo su velo la estrella dorada, de esa forma el príncipe se llevó a la hija de la madrastra, una vez en el carruaje real y camino al palacio, los caballos se asustaron con una serpiente que encontraron en el camino frenando abruptamente, y la muchacha sin poder evitarlo perdió el cintillo que tenía en la frente dejando ver su espantosa cola de burro, pero si esto no es una estrella, dijo enojado el príncipe, que regreso de inmediato a la muchacha a su casa, al regresar escucho un llanto en una habitación, intrigado le dijo al guardia que revisara la casa, y en una habitación encerrada encontraron a la hija del rey, la chica de la estrella dorada. La llevo a su palacio y se casaron, pero a la madrastra la desterró del reino y fue obligada a trabajar como domestica el resto de su vida.