Audiocuento 📖 Gianni Rodari
De noche… -decía un Refrán Antiguo-, todos los gatos son pardos.
-Y yo soy negro -dijo un gato negro, cruzando la calle.
-Imposible: los Refranes Antiguos siempre tienen razón.
-Pero yo sigo siendo negro -repitió el gato.
De la sorpresa y el disgusto, el Refrán Antiguo se cayó del techo y se rompió una pierna.
Otro Refrán Antiguo fue a ver un partido de fútbol, se acercó a un jugador y le dijo al oído:
-Mejor solo que mal acompañado.
El futbolista intentó jugar solo, pero era algo terriblemente aburrido y no podía ganar nunca, por lo que regresó al equipo.
El Refrán Antiguo, de la decepción, cayó enfermo y tuvieron que extirpar las amígdalas.
Una vez se encontraron tres Refranes Antiguos, y apenas habían abierto la boca cuando empezaron a discutir.
-El que da primero da dos veces -dijo el primero.
-En absoluto -exclamó el segundo-, en el medio está la virtud.
-Craso error -exclamó el tercero-, hasta el fin nadie es dichoso.
Se agarraron del pelo y todavía siguen zurrándose.
Luego tenemos la historia de aquel Refrán Antiguo que tenía ganas de comerse una pera y se puso bajo el árbol, mientras pensaba: La fruta madura cae por su propio peso.
Pero la pera no cayó hasta que no estuvo podrida del todo, y se aplastó contra la cabeza del Refrán Antiguo, que, muy disgustado, presentó su dimisión.