Érase una vez un niño llamado Jorge. Él era un niño bueno pero el día de reyes el hizo una carta pidiendo muchos regalos.
Su madre le preguntó:
– Jorge, ¿qué pediste en tu carta?
A lo que Jorge respondió nombrando como 25 juguetes. la madre sorprendida le dijo que si pedía muchos juguetes era porque no estaba pensando en los demás niños. Algunos no podrían recibir ni uno.
Jorge se fue pensando en lo que le había dicho su madre. Llegó ala determinación de quitar de su lista algunos juguetes. Volvió sobre ella y estudió todos y cada uno. Los que menos les gustaban los quitó. Dejó sólo los que deseaba con verdadero aínco.
Luego su padre y su madre volvieron sobre el tema en una conversación con Jorge. A lo que él les indicó que ahora sólo quería 14 juguetes. Pero ellos le preguntaron entonces, que si se los iba a prestar a los amigos. A lo que jorge respondió que no, que esos juguetes eran de él. Los padres le dijeron que lo pensara mejor.
Ellos se alegraron por la decisión de el niño pero con respecto a prestar sus juguetes dejaron que él decidiera sobre el asunto..
Entonces sus padres se prepararon para salir a comprar un arbol y un belén para navidad. Cuando llegaron al establecimiento les informaron que no había ni árbol ni belén disponible. A lo que Jorge oró al Señor para que le permitiese encontrar un árbol y un belén para navidad. Entonces cuando se dirigián a su auto se les apareció un angel que les informó acerca de que si encontrarían lo que buscaban justo en la maleta del auto. Regresaron a su casa y comenzaron a adornar el árbol y a colocar el belén en la base. Todo muy bonito.
A la mañana siguiente del día de navidad, Jorge se levantó temprano para buscar los regalos y se encontró con la gran sorpresa que los 25 regaos estaban en la base del árbol. ¡Qué alegría! Entonces Jorge llamó a sus amiguitos más pobres y les regaló juguetes y todo el día siguieron jugando felices.