Érase una vez un comedor escolar en una escuela, donde asistía Pablo junto con otros 300 estudiantes a diario a comer. La lista del menú era diversa, entre el menú nunca faltaba la verdura, todos los días se servían, al vapor, en ensalada, asada, guisada y a la parrilla, de cualquier manera que la prepararan siempre eran sabrosas, divertidas, y sobre todo muy saludables.
A Pablo le fascinaba comer coliflor, algo muy raro en los niños de su edad. A él le gustaban de diferentes formas, al graten, en ensaladas con aceite de oliva, con pimientos etc.
Todos los meses se recibía una hoja con el menú planeado para ese mes. De esa manera los padres no repetían el mismo menú del almuerzo y desayuno de la escuela, por eso era tan útil el menú.
Cada mes tenían al menos dos días para tomar coliflor en el menú del colegio, de esa manera ellos podrían disfrutar de su comida sin que les aburriera el deliciosos vegetal, cosa que no le preocupaba para nada a Pablo, ya que él amaba comer coliflor. Lo que Pablo no sospechaba es que las cosas iban a cambiar en el menú de la escuela.
De repente la coliflor desapareció del menú de la escuela, ya no había dos días de coliflor al mes. Aun Pablo podía comer coliflor en su casa, pero cuando sus padres fueron al supermercado no la encontraron, también desapareció de las tiendas de barrio y finalmente termino por desaparecer de los restaurantes y bares.
Pablo estaba intrigado por la desaparición de su verdura favorita, un día escuchó en las noticias de la radio, algo increíble, había desabastecimiento total de coliflor en toda la provincia y se había iniciado una investigación para explicar el raro acontecimiento y sus causas.
El problema era que todas las coliflores habían desaparecido de la provincia, de los huertos he invernaderos donde se cultivaban, pero el problema iba más allá, sorprendentemente las semillas para su cultivo también habían desaparecido, por lo que sería imposible tener nuevos cultivos.
Los investigadores trabajaron muy duro para dar respuesta al misterio y en un par de semanas encontraron la explicación que anhelaban los agricultores y amantes de la coliflor.
La razón era que cierto muchacho ya crecido decidió hacer desaparecer la coliflor porque la odiaba. Para ello planeo una estrategia que consistía en sacar de los invernaderos y huertos todas las coliflores para que una vez consumidas las ultimas no llegaran más a los supermercados y distribuidores, pero el muchacho fue más haya. Junto con el sabotaje a los huertos he invernaderos, se encargó de llevarse todas las semillas para que no existieran nuevos cultivos.
El explico en la comisaría que las razones de esos robos era el profundo odio que sentía contra la coliflor, pues estaba traumatizado por que de niño le obligaban a comerse los vegetales que para él no eran ricos, incluso tenia terroríficas pesadillas, donde coliflores enormes con dientes lo perseguían y por tanto para librar al mundo de este sufrimiento decidió hacerlas desaparecer. Así ningún niño seria obligado nuevamente a comer coliflores.
Cuando reflexionó sobre lo ocurrido el muchacho se dio cuenta de que a pesar de su problema, esa no era la forma correcta de hacer las cosas. Pensó que lo más sabio era dejar que la gente pudiera elegir si la querían comer o no.
Devolvió todas las semillas que había escondido cuidadosamente en su casa, para comenzar nuevas siembras y con la siguiente cosecha por fin Pablo pudo disfrutar de nuevo la coliflor entre sus platos mas apreciados.