La mujer que aprendió a amar a las arañas: una historia de Navidad llena de magia y ternura 🕸️🎁❤️
Vivía hace mucho tiempo en Alemania una mujer a la que le gustaba que su casa estuviese siempre tan limpia como los chorros del oro.
Dedicaba el día a quitar el polvo de los rincones, a fregar los suelos de las habitaciones, a frotar los cristales con un trapo hasta dejarlos transparentes como el mismo aire… y a perseguir las arañas, para que no tejiesen sus telarañas en las vigas del techo.
Se acercaba la Navidad, y la mujer trajo un hermoso árbol de Navidad para que sus hijos pasasen los mejores días del año. Barría las agujas que habían caído al suelo, y pasaba un paño por cada una de las ramas del frondoso abeto… hasta que una noche descubrió entre ellas una telaraña.
¿Hasta allí se habían adentrado aquellos bichejos?
Cuando rezó, de rodillas junto a su cama, pidió a Dios que la librase de aquella plaga.
—Las arañas son criaturas de Dios —dijo en sueños un ángel.
El día antes de Navidad, la mujer siguió su rutina habitual: quitó el polvo de los rincones, fregó los suelos de las habitaciones, frotó los cristales con un trapo, barrió las agujas del abeto y pasó un pano por cada una de sus ramas…y vio una pequeña araña que tejía una minúscula telaraña entre dos ramitas. La mujer enarboló el paño para aplastarla, y recordó las palabras del ángel:
—Las arañas son criaturas de Dios.
—Es Navidad… se dijo en voz alta, y añadió—: Feliz Navidad! Y la dejó tejiendo la telaraña.
En la cena de Nochebuena, la mujer sentía en su corazón una gran felicidad. Estaba satisfecha por haber dejado que la araña se quedase en el abeto. Aquella noche, todas las arañas de la ciudad tejieron sus telarañas en aquel abeto, en agradecimiento por dejar que la arañita se quedase en su casa… y el Niño Jesús, que lo había visto todo desde el cielo, bendijo a los animalitos y convirtió los hilos de las telas de araña en hilos de plata.
Cuando la mujer vio el abeto quedó maravillada. En su vida había presenciado nada más hermoso. Abrazó a sus hijos y prometió que en su hogar siempre habría lugar para que las arañitas pasasen la Navidad.
Las redes de plata de las arañas fueron el primer espumillón, y en homenaje a estas arañas decoramos nuestras casas con esas enormes ristras de papeles de colores.
La telaraña de plata: un relato de Navidad que te enseñará el valor de la gratitud y la compasión 🕷️🎅🎁
Este cuento nos enseña que la Navidad es una época muy especial, en la que podemos aprender a ser mejores personas. Podemos descubrir la belleza y el valor de las cosas más pequeñas y sencillas, como las arañas y sus telarañas. Podemos ser más generosos y agradecidos con los demás, y compartir nuestra alegría y nuestro amor. Y podemos confiar en que Dios nos cuida y nos sorprende con sus regalos, que a veces no son los que pedimos, sino los que necesitamos. La Navidad es una fiesta de luz y de paz, y todos podemos celebrarla con el corazón abierto. 🎄🎅🎁🕷️✨❤️
- Debemos respetar y cuidar a todos los seres vivos, incluso a los que nos parecen insignificantes o molestos, porque todos son creación de Dios y tienen un propósito. 🙌🐾🌎
- La Navidad es una época para ser generosos y agradecidos, no solo con los regalos materiales, sino también con los gestos de bondad y compasión hacia los demás. 🎁🤗❤️
- A veces, los mejores regalos no son los que esperamos o deseamos, sino los que nos sorprenden y nos llenan de alegría y emoción. 😮😍😂
- Dios obra de formas misteriosas y maravillosas, y puede transformar lo más simple y humilde en algo bello y valioso. 🙏✨💎
- La magia de la Navidad está en el corazón de las personas, y se manifiesta cuando somos capaces de cambiar nuestra actitud y ver el mundo con otros ojos. 💖👀🌟