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Juan sin miedo

Juan sin miedo
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Esta era una pequeña aldea donde vivía un padre anciano con sus dos hijos. El mayor era muy trabajador y hacia que su padre estuviera siempre orgulloso pero el menor lo hacia enojar constantemente. Un día decidió hablar con su hijo menor y le dijo:

Juan le dijo:

Su padre le contesto enojado:

Juan recogió sus cosas, se despidió de su familia y partió. Cerca de un molino, se encontró con un sacristán con el que estuvo conversando y se presentó ante él como Juan sin miedo.

Luego de estar caminando por un tiempo, Juan pudo ver un castillo sin banderas, entonces decidió entrar y buscar al rey en donde habitaba. Juan se acercó a los guardias reales y les dijo:

Los guardias lo llevaron ante el rey quien le mostro las condiciones que debían cumplir los que hicieran esta petición.

Entonces, Juan decidió aceptar el reto y pasó su primera noche en el castillo, y cuando estaba dormido escuchó un quejido que lo despertó. Era un espectro que flotaba cerda de donde él estaba

Lo único que obtuvo como respuesta fue otro escandaloso aullido, entonces Juan usó una bandeja que estaba sobre la mesa para taparle la boca y el espectro sólo desapareció.

Al día siguiente cuando ya Juan iba a dormir, apareció un espectro que lanzó un estridente alarido, Juan tomó un hacha que tenia cerca y corto una cadena que sostenía al fantasma de una pesada bola, lo que hizo que este flotara hacia arriba hasta desvanecerse.

El tercer día, cuando ya Juan estaba dormido, se le apreció una momia. Este tomó una de las vendas y tiro de ella hasta quitarla todas y debajo de las vendas se escondía un mago el cual le dijo a Juan:

El rey, que esperaba a las puertas del castillo le dijo:

Pero un día en el que Juan aun dormía, su esposa, la princesa, decidió regalarle una pecera, pero al hacer un mal movimiento volteó el agua con los peces que cayeron sobre Juan.

La princesa reía a ver como al valiente Juan al que no le asustaban fantasmas y monstruos, lograron asustarlo unos simples peces.

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